Finalizó la elección del 7O y los venezolanos reeligieron a
Hugo Chávez como presidente de Venezuela. Algo imposible si nos basábamos en la
imagen que proyectaban los grandes medios de comunicación sobre el régimen
bolivariano, la situación de Venezuela y la candidatura de Capriles.
Sin molestarme en considerar la idea de un fraude electoral,
tesis defendida sólo por los sectores más grotescos de la derecha de aquí y de
afuera, la decisión de la mayoría del pueblo venezolano de apoyar a la
revolución es clara y se debe principalmente a dos factores:
Primero es la conexión de Chávez con los sectores populares
(y mayoritarios) de su país. Dominando la política venezolana por más de una
década, favoreció la participación popular en política como nunca antes se
había visto en este país, la regularidad y la alta participación en las
elecciones son ejemplos de esto. Así para los venezolanos, los antes excluidos
y apáticos de la IV República, la llegada de la V República de Chávez significó
el ser por fin actores de la vida política de su país.
Segundo, para sorpresa y/o irritación de muchos, no hay que
olvidar los logros obtenidos por la revolución bolivariana. Estos, más allá de
la propaganda gubernamental, se ven claramente en los informes del Banco
Mundial, UNESCO, CEPAL, etc.: reducción dramática de la pobreza, erradicación
del analfabetismo, acceso gratuito a salud y educación, entrega de viviendas
populares, etc. Conseguir que la riqueza petrolera de hecho llegue a las
mayorías, después de décadas de sólo aparente bonanza económica, explica muy
bien el apoyo con que cuenta el gobierno.
Tasa de Incidencia de la Pobreza –
Banco Mundial (fuente)
Por parte de la oposición, con Enrique Capriles intentaron
cambiar su imagen frente al electorado venezolano. Dejando atrás un discurso
elitista y de repudio a todo lo hecho por el gobierno bolivariano, Capriles
asumió una postura más progresista para apuntar a la base social del chavismo. No
les queda de otra, pues tras 14 años de revolución es innegable el viraje a la
izquierda ocurrido en la cultura política venezolana, la oposición tiene que
hablar y actuar en los términos traídos a primer plano por Chávez. Este no es
el único caso, similar situación se ha visto con la oposición de derecha en Argentina
o Brasil.
Con la victoria obtenida, los desafíos que enfrenta Chávez
en su mandato 2013 – 2019 son varios, resaltando: una alta inflación, el desabastecimiento
de varios productos, una creciente inseguridad y una burocracia estatal y
partidaria muchas veces incapaz y/o corrupta. Otro punto importante es quién
reemplazará al comandante cuando ya no este, la posición de Nicolás Maduro como
vicepresidente y canciller tal vez nos de pistas de por donde irá el asunto. Resumiendo,
se requiere más eficiencia y participación de las bases bolivarianas para hacer
frente a esta nueva etapa.
Canciller y vicepresidente de
Venezuela, Nicolás Maduro (fuente)
Con todo, en tiempos de crisis económica mundial, con una Europa
plagada de convulsiones políticas y sociales, y una América del Sur donde gobiernos
de izquierda llevan a cabo sus propios procesos de transformación, el gobierno
bolivariano sigue llevando adelante su revolución socialista, manteniéndose como
ejemplo de una nueva forma de hacer las cosas, independiente y radical, y con
ello objeto del odio de la derecha mundial. Bien por ellos.
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